En las últimas semanas hemos asistido a una concatenación de noticias que han tenido a medios de comunicación de diferente tipología como protagonistas. Por orden cronológico tenemos el cierre definitivo del periódico gratuito ADN, que editaba el grupo Planeta, justo antes de Navidad ¿Las causas? El volumen de pérdidas provocado por el descenso de la publicidad era ya inasumible. Una semana después, a final de año, el flamante Gobierno del PP anuncia sus primeras medidas de recorte. Entre ellas, la reducción de 200 millones de euros del presupuesto de RTVE para el 2012. El tijeretazo es de tal magnitud que diferentes miembros del consejo de administración del ente público se plantean pedir al Gobierno la vuelta de la publicidad. Casi a renglón seguido, en los primeros días del nuevo año, la empresa editora del diario Público presenta una solicitud de declaración de concurso voluntario de acreedores (la antigua suspensión de pagos). Una vez más la causa aducida es el enorme descenso de los ingresos publicitarios que ha provocado y provoca la crisis económica, amén de los cambios en el sector y la falta de financiación.
La última de esta serie de noticias, de momento, la teníamos esta misma semana: la Comunidad Valenciana, en plena catarsis económica, se plantea un ERE en la Radiotelevisión Valenciana (RTVV) que supondría el despido de entre 1.000 y 1.300 trabajadores de los 1.800 con que cuenta. La profundísima crisis que vive la Comunidad, al borde del abismo, obliga a medidas drásticas. A las noticias mencionadas, de primera línea podríamos decir, habría que añadir el sinfín de recortes, EREs y demás ajustes que se vienen produciendo en muchísimos medios (prensa, radios, etc.), a un nivel más local, y cuya enumeración sería interminable.
El panorama descrito en el párrafo anterior nos puede dar pistas de por donde van los tiros en el sector de los medios de comunicación y de por donde pueden ir. La crisis económica no tiene visos de acabar, con lo que el descenso por ingresos publicitarios puede profundizarse aún más. De hecho, Continue reading →