Al ritmo al que evoluciona nuestro mundo, una no sabe ya en que instante o lugar va a ser sorprendida por los fascinantes recursos que la tecnología está poniendo a nuestra disposición. O al menos a la de unos cuantos. La innovación tecnológica y las nuevas aplicaciones de la que ya existe, crecen a un ritmo tal que resulta sumamente difícil para cualquiera de nosotros, estar al corriente de todas ellas. Y así de repente, por casualidad, quedamos maravillados ante experiencias y proyectos que, en realidad, llevan un rodaje considerable. Eso es exactamente lo que experimenté el pasado 21 de octubre a raíz de una invitación para asistir a la presentación de un audiovisual mapping en la Casa Batlló. Una de las joyas arquitectónicas de Barcelona. El evento se celebraba con motivo del décimo aniversario de la apertura al público de este singular y emblemático edificio. Quienes tuvieron la fortuna de presenciarlo, creo que estarán totalmente de acuerdo conmigo en lo acertado del título con que se bautizó la proyección: “El despertar de la Casa Batlló”. Puedo asegurar que la técnica del mapping, consiguió dar vida al edificio, revivir su historia desde su nacimiento allá por el año 1904 y reconstruir y explotar toda la simbología encerrada tras sus sorprendentes elementos arquitectónicos. La música cuidadosamente escogida, ayudó a crear esa atmósfera de magia quasi-tangible que hace vibrar profundamente y emocionarse hasta el punto de poner la “piel de gallina”.
A pesar de las variadas aplicaciones que pueden darse con el mapping 3D en investigación, educación, museística, producción artística o espectáculos entre otras, sus particulares características lo convierten en una potente herramienta publicitaria. Por ello no sería de extrañar que en breve la publicidad, a través de este medio, invada literalmente los grandes espacios urbanos. Entre sus ventajas desde la óptica del marketing se encuentran el gran impacto visual que producen, el efecto viral que genera el visionado de este tipo de proyecciones en redes sociales, su capacidad para llegar a un gran número de espectadores de forma directa y la nula afectación del medio físico que le sirve de soporte. Un buen equipo de creativos/as puede generar producciones de alta calidad y efecto recuerdo que movilice al consumidor potencial.
Por lo que he podido averiguar, los artífices de esta novedosa técnica empezaron su andadura en Bremen (Alemania) hace ya siete años. Y según se traduce de su web oficial la base del éxito parece estar estrechamente ligada a la existencia de un equipo interdisciplinario – lo cual permite enriquecer las aportaciones desde las visiones de disciplinas diversas- y la experimentación continua con nuevas ideas. Lo que yo traduciría por: “Perder el miedo al fracaso y atreverse a experimentar con nuevas ideas y formas de concebir la realidad”. En mi opinión una receta para el éxito en tiempos turbulentos.
Para acabar quisiera mostraros el maravilloso espectáculo que ha inspirado este último post: