Pensaba escribir sobre el posible referéndum griego a la aceptación de la deuda pero se ve que, o era un farol, o el “sistema” se ha movilizado para que no ocurra. No les vayan a fastidiar el invento, esperen un poco que están comprando el país a precio de saldo y gracias a privatizaciones. Así que voy a escribir sobre Inside Job. Este brillante documental explica como el sistema financiero norteamericano llevó al crack de 2008; precursor de la actual crisis por esa y otras tierras. La cinta cuenta como, gracias a sucesivas políticas desreguladoras, se permitió que la burbuja financiera se inflara más y más. El ciclo que describe el documental es simple. Gracias a la desregulación las entidades financieras entraron en un círculo vicioso (o burbujeante). La sostenibilidad del sistema no era importante, lo importante era que el sistema funcionara a pleno rendimiento, que los flujos de productos financieros marcharan a la perfección sin importar los riesgos; la maquina bien engrasada era lo que hacía lucrarse obscenamente a los altos ejecutivos financieros. Hasta el estallido de la burbuja.
En términos de productos financieros el sistema funcionaba de la siguiente forma:
- Se concedían hipotecas de forma masiva sin preocuparse por los riesgos existentes en muchos de los casos. Daba igual que los precios de la vivienda siguieran subiendo hasta términos insospechados; y que, prácticamente, cualquier solicitante de hipoteca fuera bienvenido.
- Estas deudas contraídas eran vendidas en mercados de derivados a ahorradores confiados. Confiados debido a que las agencias de calificación evaluaban muy positivamente estos productos.
- Todo fluía rápido e internacionalmente. Las nuevas tecnologías tenían un papel muy relevante. Desde Manhattan al mundo, servido online, calentito y rápido.
- Mientras la burbuja se inflaba, los directivos se otorgaban sueldos y compensaciones astronómicas. Incluso cuando el sistema se demostraba insostenible se siguieron colocando productos financieros de alto riesgo (subprime) hasta el último momento.
El resultado es que las malas prácticas llevaron a la bancarrota a un buen número de grandes bancos norteamericanos y a la consiguiente crisis mundial. Entre tanto los grandes ejecutivos de la banca se hacían multimillonarios, tenían flotas de aviones privados, y las villas más gigantes y lujosas en las zonas más caras del país.
Aparte de la propia causa de la crisis, el documental levanta varios escándalos:
- La conexión con el gobierno norteamericano, que no solo desregula guiado por informes sesgados e interesados, sino que después -pese al coste de reflotar los bancos- mantiene a los mismos que perpetraron el desastre. Obama lo ha hecho con designaciones continuistas en las altas esferas de la administración financiera (reserva federal y aledaños de la casa blanca).
- Dos, los grandes académicos, renombrados investigadores de famosísimas universidades: pagados por las entidades implicadas hacen el informe que haga falta.
En el documental se da a entender, claramente, que la conexión entre los principales partidos de los EEUU y la banca es tan fuerte que difícilmente se va a cambiar nada. Nuevas burbujas llegarán y serán incluso peores. Es lo que se indica en la película “Wall Street II: El dinero nunca muere”. Otra película que aprovecha la crisis para hacer caja.
En España falta un buen documental al respecto (no es suficiente con Españistan). Sabemos del mal estado de los bancos fruto de la apuesta inmobiliaria. Tenemos constancia de los desastres administrativos de un buen número de Cajas de Ahorro. Estos últimos parecían entidades financiadoras de despropósitos políticos (aeropuertos por doquier, gastosas televisiones regionales). Al menos estaban al servicio de la política. Dime con quién te juntas y te diré como eres.
Sin embargo, de las conexiones de los bancos españoles con las altas esferas políticas se desconoce mucho. Yo al menos. Afortunadamente hay mayor regulación financiera a este lado del Atlántico. Aunque a veces esa regulación sea en contra de los ciudadanos de a pie (en referencia a la Dación en pago de las hipotecas). Pero lo cierto es que en su momento se siguieron políticas procíclicas que hicieron más y más grande la burbuja inmobiliaria. Ahora se toman medidas que aumentan el freno de la economía. Brillante.
Este fin de semana estaba pensando ir a ver la película “Margin Call”; que también trata el tema de la crisis en plan megaproducción. Pero tenía la mosca detrás de la oreja y finalmente me he negado. Tengo la impresión de que ciertos productos audiovisuales son los coletazos del negocio. Los mismos que destruyen economías engordando sus bolsillos te venden la explicación posterior. Algo parecido me ocurrió con “En tierra hostil”, gran ganadora de los Oscar de 2009. Se trata de una película muy normalita que promociona la “buena” labor de occidente en IRAK. Un desactivador de bombas entregado con su profesión. La píldora después del dolor de cabeza.
Con “Margin Call” volveré a pedir una copia privada a un amigo, para que me la facilite por medios telemáticos.
Imagen: blog de cine (.com)
ACTUALIZACIÓN: Ya he visto “Margin Call”. Hay buenas interpretaciones pero se queda un tanto insustancial.
Unos apuntes:
1.- Todos estos documentales sobre la crisis son muy ventajistas, a toro pasado es muy fácil buscar explicaciones a lo que ha sucedido
2- Son tendenciosos, está claro que el autor parte de sus propias convicciones y según sean éstas busca los argumentos que le convienen para explicar el asunto… lo que no le cuadra lo deja fuera del documental.
3.- Se aprovechan del hecho de que la gran mayoría de los espectadores no son “los que se han forrado”, por lo que se crea cierta empatía entre el espectador y el autor.
4.- Estos documentales me recuerdan a un anuncio de Audi (creo) en el que un ejecutivo cuenta como, harto del stress y de la vida urbana, lo deja todo, se va al campo y empieza a escribir un libro llamado “como ser feliz sin dinero”… y cuando lo enseña a cámara se ve “10.000.000 de ejemplares vendidos”, de forma que el tío se había forrado y vivía en una gran mansión. Pues creo que los autores de este y otros documentales de corte similar deben haber experimentado algo similar al yuppie del anuncio.
En definitiva, creo que el documental dice muchas verdades, pero no todas, y desde luego, hubiera tenido mucho más mérito si lo hubieran estrenado hace 10 años ¿no?