Era cuestión de tiempo. Cuando Steve Jobs presentó su revolucionario iPad, quizás no estuviese tan seguro de que su gadget cambiaría el mundo de la informática como de que, a poco que cuajase el invento, sus competidores del mundo de la informática personal tardarían poco en hacer acto de presencia en este nuevo campo de batalla.
Y, de hecho, así ha venido ocurriendo: muchos fabricantes de electrónica han seguido una vez más los pasos de Apple, tratando de presentar al mundo su particular anti-iPad. Samsung, Blackberry, Acer, Motorola, HP, Asus, HTC… Uno tras otro, con sutiles variaciones en el diseño exterior pero empleando diferentes sistemas operativos (desde el Android de Google hasta el Windows de Microsoft pasando por el innombrable WebOS de HP y el Tablet OS de Blackberry) han tratado de plantar cara al iPad con su sistema operativo iOS. Tal fue la magnitud del “factor sorpresa” de Apple que, para cuando salieron al mercado los primeros tablets decentes de la competencia, el iPad 2 ya estaba en el horno… Por aquel entonces, la hegemonía del pionero de Apple era casi absoluta. En la actualidad, quizá sólo tres modelos de la competencia pueden luchar de tú a tú con el iPad: Samsung Galaxy Tab 10.1, Acer Iconia Tab A500 y Motorola Xoom, todos ellos con sistema operativo Android 3.0 “Honeycomb”, estupendas prestaciones y un nivel tecnológico y de acabados bastante cercanos a los del precursor de la categoría.
Pero ya sabemos cómo se las gasta Apple, y en esta línea inició una “guerra de patentes” cuyo hito más destacado fue la prohibición de la venta en Europa del Samsung Galaxy Tab. Una vez desbloqueada su distribución -y disfrutada la ventaja de tiempo que acarreaba-, con todos los rivales por fin en la arena y con sus armas bien afiladas, Apple se ha topado con un nuevo enemigo: Amazon, que con su propio tablet ya en camino, podría ser quien desequilibrase la balanza.
¿Por qué debe temer Apple a Amazon?
No cabe duda de la capacidad de Apple para fabricar dispositivos de altísima tecnología, exquisito diseño, extrema usabilidad y gran calidad de acabado. Amazon, por su parte, es una empresa bien diferente; y no sólo porque provenga del mundo de la distribución editorial y no del puramente informático. Es todo un gigante del comercio electrónico, con una capacidad logística prácticamente ilimitada y que ha ampliado su cartera de servicios de forma sorprendente: por un lado, domina una cuota importante del negocio del cloud computing (la dichosa “nube“); por otro, ha convertido a millones de lectores de libros en papel en compradores de e-books -a través de su propia plataforma online- para descargar en su e-reader Kindle. Amazon controla así el proceso en su totalidad: producción, distribución, venta y medio de lectura. Teniendo en cuenta además su continua expansión internacional (próxima parada: España) así como la satisfacción general de su numerosa clientela, se comprende por qué el próximo tablet de Amazon es un enemigo temible.
Aunque con esto no queda todo explicado. Ya conocemos el rango de precios de los iPads y tablets equivalentes; y no todo el mundo está dispuesto a pagar una fortuna por lucir el logotipo de la manzana o fardar del más exquisito artilugio equipado con Android. Si bien este último será el sistema operativo elegido por Amazon -todo un balón de oxígeno para Google-, el núcleo de su estrategia para tumbar al iPad está precisamente en el precio, como ya hicieron con el Kindle: aceptando pérdidas (quizá demasiadas) en las ventas del dispositivo físico, para recuperarlas a través de su completa infraestructura tecnológica de distribución de contenido.
Un informe de la consultora estadounidense Forrester Research ha adelantado -sin esperar a la presentación oficial del nuevo tablet de Amazon- que aquel es efectivamente el camino trazado por el CEO de la compañía de Seattle, Jeff Bezos. En palabras de la analista Sarah Rotman Epps, “si Amazon saca a la venta [quizás tan pronto como a primeros de octubre] un tablet a un precio inferior a los 300 dólares -asumiendo que haya suficientes existencias para satisfacer la demanda-, prevemos que Amazon venderá entre 3 y 5 millones de tablets sólo en el cuarto trimestre”. Añadiendo a estas cifras la previsión del aumento de ventas de tablets no-Apple en un 134% durante 2012, los de Cupertino se verán obligados a sorprender al mundo -una vez más- con un renovado e innovador iPad 3.
En cualquier caso, a pesar de la reciente y tristemente esperada renuncia de Steve Jobs como Director Ejecutivo de Apple por su grave estado de salud, estoy convencido de que la compañía de la manzana seguirá hechizando al mundo con su magia única y savoir-faire. Elegir Apple aporta status y una cierta exclusividad (o al menos así piensan sus compradores…) y eso es algo a lo que -no me cabe la menor duda- pocos están dispuestos a renunciar. Dudo que el iPad abandone el escalón más alto, incluso aunque sus alternativas sean aún mejores en la práctica. Se abren las apuestas.