El otro día vi “Her”, la última película de Spike Jonze, y confieso que quedé extrañado (lo cual no es necesariamente malo). Mis expectativas eran altas al recordar los títulos previos del director. Sobre todo Where the wild things are (Donde viven los monstruos), una cinta imprescindible, poética, genial.
Her nos acerca a un futuro hiperconectado, no muy lejano, dónde los nuevos sistemas operativos utilizan la inteligencia artificial para mejorar sus funciones y servicio al cliente. Pero tanto mejoran que se convierten en “seres” con capacidad de amar. Así, Theodore (Joaquín Phoenix) es rescatado de una depre amorosa por su nuevo sistema operativo, autodenomina Samantha (voz de Scarlett Johannson). Es curioso como, al principio, Samantha efectivamente mejora la vida de Theodore, pero poco a poco parece entrarle un “virus” por el cual hace llevar a este a situaciones surrealistas (incluida la búsqueda de una amante real, de carne y hueso, como su sustituta). Esto nos suena, ¿Quién no ha hecho locuras en momentos de enajenación amorosa?
En esta situación el director aprovecha para filosofar sobre el amor de forma astuta. ¿Qué mejor que una inteligencia artificial para no dejarse llevar en exceso por las emociones -aunque el virus supera algunos cortafuegos- y discernir con criterio sobre el amor? Personalmente puedo preferir algunos filósofos o escritores, pero no se puede negar el planteamiento original del Director Spike Jonze.
Donde también resulta novedosa la película Her es en el enfoque de la relación de los individuos con la tecnología. Lejos de visiones apocalípticas nos encontramos con un delicado escenario donde la tecnología parece integrarse suavemente en el día a día. Hay cierto tufo a videoclip patrocinado por apple o empresa similar, pero se deja ver -sin intento de opinar por parte del Director- un deambular de seres que hablan con maquinas, se relacionan a través de ellas y parecen, en definitiva, solitarios pero contentos en esa asepsia. Me deja un tanto plano este enfoque ahora que lo pienso y que recuerdo la película.
Por otro lado esa realidad está aquí ya; y a la vuelta de la esquina con más fuerza aún. Me da que los nativos móviles les importa un carajo filosofar sobre esto y se mueven como pez en el agua, 24 horas conectados, relaciones virtuales a todo tren. A uno que prefiere la filosofía de la Bruja Avería al éxito Steve Jobs todo esto le deja un extraño sabor metálico. Así que aquí os dejo una parodia de Her: “Him“.