Violencia entre parejas adolescentes in crescendo: La telefonía móvil como forma de control y dominación

El pasado domingo caminando de regreso a casa, presencié una escena callejera que me produjo un gran desasosiego. Eran alrededor de las dos de la tarde y tanto por el día como por la hora, la calle estaba desierta. A una cierta distancia por delante de mi, caminaba una pareja que calculo tendrían entre 17 y 22 años. De repente advertí que el chico la aferraba por los brazos obligándola a detenerse. La joven se zafaba de los intentos de él por retenerla sacudiendo bruscamente los brazos. Repitió el gesto al menos tres veces sin conseguir deshacerse de él.

Inconscientemente apresuré el paso, intentando acortar la distancia que me separaba de ellos con la intención de intervenir con alguna frase del tipo: “¿Te está molestando?”. En ese momento, un vehículo que bajaba en dirección a ellos se paró justo delante de los jóvenes. A pesar de no poder oír lo que decían, la escena era suficientemente clara. El joven se giró en dirección a la ventanilla del vehículo desde donde alguien le llamaba la atención, sin demostrar demasiadas ganas de buscar pelea o plantarle cara a nadie, cosa que ocurre en muchas otras ocasiones. Aprovechando la distracción, la chica reemprendió la marcha calle abajo, con el andar y el gesto visiblemente afectados, mientras se distanciaba de su pareja tres o cuatro metros. Cuando doblé la esquina él la seguía a distancia y la llamaba por su nombre sin obtener respuesta.

No sería correcto sacar conclusiones sobre semejante escena. Pero sí que constituye un buen ejemplo sobre la dificultad de delimitar lo que es violencia y lo que no en una relación de pareja. Tanto por parte de quienes la infringen como de quienes la reciben.

El informe sobre Igualdad y Prevención de la Violencia de Género en la Adolescencia, presentado en 2010 por la Delegación del Gobierno para la Violencia de Género, resultado de una investigación en colaboración con la Universidad Complutense, detectó que un 9,2% de las chicas encuestadas -de edades entre 13 y 18 años- habían sufrido alguna vez algún tipo de violencia por parte de sus parejas.

Frente a una lista de 12 conductas de maltrato,  el 6,99% de las chicas manifestaron haber sufrido “mucho/frecuentemente” situaciones de intento de control hasta decidir por ellas el más mínimo detalle. El intento de aislamiento de sus amistades le seguía con un 6,09%. El dato es bastante significativo si tenemos en cuenta que la conducta que le sigue en grado de ocurrencia (insulto o ridiculización) fue experimentada por el 2,83% de las chicas. Esos valores se transformaban en 21,71%, 21% y 17,16% respectivamente cuando se les preguntaba si habían sufrido esas situaciones “alguna o más veces”.

Es preocupante observar como, a pesar de que los chicos y chicas adolescentes repudian las agresiones dentro de la pareja, practican conductas tendentes al establecimiento de relaciones desiguales. Relaciones donde el control y la dominación sobre el otro/a constituyen un ingrediente importante y el preludio hacia la construcción de un potencial maltratador/a en la vida adulta.

No es de extrañar pues que el uso generalizado entre adolescentes, de la telefonía móvil,  se erija como un nuevo medio para ejercer ese tipo de control emocional y psicológico. Lo peor de éste fenómeno es la falta de identificación por parte de los propios adolescentes como de una conducta de maltrato. El envío de sms a cualquier hora indagando sobre las actividades de la pareja y con quien está, o revisar los mensajes recibidos o la agenda de direcciones, son utilizados por un número creciente de adolescentes y jóvenes para controlar y someter a sus parejas. Reproducen los mismos estereotipos machistas tradicionales y utilizan los mismos clichés para justificar ese tipo de actos: celos, amor, pasión…

Y mientras aumentan los esfuerzos y recursos por prevenir y erradicar esas conductas, se tensa la cuerda en dirección contraria, a través de decenas de páginas web que ofrecen programas o móviles espía para controlar a la pareja, con total impunidad y falta de escrúpulos.

Lo más triste/cómico, (según se mire) es como se riza el rizo de esta descarada violación de la intimidad bajo el señuelo del lucro puro y duro, pues la misma tecnología ha desarrollado software para detectar si te espían por el móvil (Espiados 1 – Espías 1). Apple por ejemplo, tuvo la “brillante” idea de desarrollar la aplicación iTrust para iPhone, con esa finalidad.

Volviendo al tema central: conocer y divulgar la existencia de estas conductas violentas es el primer paso para iniciar acciones preventivas y de erradicación. El siguiente, romper los estereotipos machistas, muchas veces reproducidos a través de los modelos que imperan en el entorno familiar, pero también en la literatura para jóvenes, la publicidad y la música, ésta última particularmente importante dado el consumo masivo que hacen de ella.

No cabe duda pues de cual es la dirección a seguir:  más educación en el respeto hacia las personas, las habilidades en las relaciones interpersonales y la inteligencia emocional.

Algunas instituciones -tanto públicas como privadas- ya han emprendido esta urgente tarea. Un ejemplo destacable es el de la guía editada por el Instituto Canario de la Mujer y elaborada por Fundación mujeres. Se trata de una guía de carácter informativo sobre la violencia en parejas jóvenes y adolescentes y a la vez una fuente de recursos didácticos muy bien estructurados desde la perspectiva de género, que conducen a los chicos y chicas a través de la reflexión, la identificación de estereotipos machistas y de mitos sobre el amor. Los tres bloques que forman el conjunto se han relacionado con tecnologías familiares a la juventud y en un lenguaje próximo a ella, uno de ellos dispone de una versión de descarga a través del móvil. En definitiva, un material muy valioso, tanto por el rigor de los contenidos como por su atractiva y cuidada presentación, teniendo en cuenta la tipología de los destinatarios. Todo un regalo para el inicio de este curso escolar.

Fotografía: control a través del móvil en parejas adolescentes

About Roser Escriche

Economista y antropóloga. Profesora de Administración y Finanzas. Interesada en todo aquello relacionado con el comportamiento humano y las cuestiones sociales.
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